Yo soy, porque ella fue.
Porque con valentía dejó su bello país en busca de un futuro mejor y se sembro en los Estados Unidos como terreno fértil en oportunidades de trabajo y economía progresiva.
Porque laboró fuertemente lejos de su esposo por varios años, a veces ahogandose en tristeza.
Como una semillita enterrada y aislada para qué los chismosos no la inundaran de blasfemias. Manteniendo su reputación limpia.
Porque con mucha paciencia tuvo qué macar tabaco y tragar saliva como dice ella. Aguantando un sin número de perturbaciones familiares qué contaminaron su alma de hongos pero supero todas las diferente tormentas.
Porque con tremendo sacrificio se preparó y ahorró lo necesario para reunirse con su sol qué
tanto su corazon anhelaba.
Porque reunidos ya ella brotó y floreció firmemente en su matrimonio, convirtiendose en la raiz qué soporta el tronco de la familia la cual ella soñaba.
Porque plantada con fervor se dedicó a reproducir hijos en esta tierra volátil, hasta hostil contra los inmigrantes.
Porque 100% estuvo dispuesta a todo para proteger y criar a sus hijos, las ramas necesarias para completar su destino.
Yo soy, porque ella és.
Porque es el oxígeno esencial qué nos emite la energía necesaria para vivir y combatir esta locura qué se llama la vida.
Porque es el ancla qué nos mantiene apoyados para qué no nos desviemos por caminos inestables y peligrosos.
Porque es la fundación qué nos alimenta sin cesar, cada vez qué llegamos a la casa hay comida de sobra para ingerir y para llevar.
Porque es fuerte en su compromiso como madre. Aun los vientos lleguen con violencia, ella se mantiene firme y disponible.
Porque es la calidez de su hogar, es simpática y cariῆosa y crea un espacio alegre, empático y abierto para todo el que llegue.
Porque es profunda y dadivosa con su amor, siempre repartiendo consuelo, consejos y empatia, y si tambien boches cuando es necesario.
Porque es el equilibrio, asegurandose qué estemos bien y en paz y unidos. La matriarca de una larga familia todos distintos pero del mismo bosqué.
Wanda Rivas was born and raised in New York City by Dominican parents. She is happily married and has five children, some birthed and some bestowed upon her and has the extra blessing of being a grandmother of two boys. She has worked in the insurance industry for over 25 years and accomplished her lifelong dream of obtaining a college degree in 2018. She holds a B.A in Literature & Writing and is an avid reader. She has only recently ventured into writing and sharing outside of her journal, since taking a Writing from the Womb workshop.
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